Leído por Emanuel Soriano
Triste pensamiento mío
que en busca de mi bien vas,
para que de mí se acuerde
mis memorias le dirás.
Le dirás que el alma llora
en su triste soledad,
dando tributos al aire
por su bien y su beldad.
Le dirás que mis mejillas
hechas canales están
de llorar pasadas glorias,
presentes para mi mal.
Le dirás que entre sus gustos
no se deje de acordar
de las penas en que vivo
por su poca voluntad.
Al fin, le dirás también
si el tiempo os diese lugar,
que no pretendo otra cosa
sino volverla a adorar.